El Betis, sí, este si es el Betis

Atlético de Madrid 0 – 2 Real Betis

Práctica victoria verdiblanca a orillas del Manzanares. Partido serio de la defensa a pesar de los desajustes iniciales. Y por supuesto, una efectividad totalmente opuesta a partidos anteriores.

Y es que el Betis, nuestro Betis, es tan capaz de hincar la rodilla ante un rival muerto como Osasuna o Real Sociedad como de tumbar al Valencia y al Atl. Madrid en dos minutos o dos ataques, respectivamente.

Bien hubiese cambiado el sino del encuentro si el colombiano Falcao, capaz de rematar de cabeza cualquiera cosa que asome por el área, incluso un cochino volando, manda a puerta las dos ocasiones que tuvo en esos primeros minutos que dan tantos disgustos a la defensa verdiblanca. Pero esta vez la suerte vestía de verde. Y el Betis le ganó nuevamente el pulso a la monedita que tantas veces había mostrado su cruz. Salió indemne. Poco a poco, a pesar de no tener en ningún momento la posesión del balón, supo arroparse atrás, con un Cañas inconmensurable que se convirtió en la sombra más pesada de un Diego que quedó totalmente anulado; incapaz de meter un balón en el área.

El Betis apenas inquietó en la primera parte, salvo una falta del vasco Beñat que lamió el poste del portero colchonero.

La segunda mitad comenzó del mismo modo. Y eso no le gustó a los atléticos que, en pocos minutos, se impacientaron con el dueño del banquillo al que parece quedarle muy poco en su segunda etapa atlética. Y en medio de esa vorágine emergió la figura del hasta ahora mejor canterano, Pozuelo. Una contra de libro comenzada por Nacho, finalizó en las redes tras un pase al área de Rubén Castro. Pero el Betis, dejaría de ser el Betis si diez minutos después no le pone las cosas fácil a su rival. Esta vez indirectamente porque el árbitro se inventó una expulsión que ni él se cree todavía.

El equipo madrileño comenzó su asedio a la portería de un soberbio Casto. Impresionante su parada a cabezazo de Adrián. Para enmarcar la fotografía en el salón de casa, aunque quede un poco friki.

Y en un robo adelantado de Iriney con el rival saliendo, el Betis sentenció el encuentro. El brasileño sirvió en bandeja a Santa Cruz que se preocupó para ponerle suspense a su finalización con un recorte innecesario. Menos mal que tras el rebote no le dio por hacer lo mismo. También Montero podría haber sentenciado en una contra anterior, pero el ecuatoriano está negado cuando se coloca a 20 metros de la portería rival. Pero lo de su compañero sudamericano si que entró,

0 – 2 y pesca en el Manzanares. Tres puntos a nuestro casillero y estabilidad navideña. Esperemos que en Copa la cosa salga adelante. Porque el Betis es tan capaz de una cosa como de otra. Que salga cara.

Carlos Delgado.

Hay una leyenda que recorre el mundo entero…