Antes que nada: Espero que a lo largo de estas Navidades hayáis podido disfrutar de vuestros seres queridos en verdiblanco y que los Reyes Magos os hayan traído muchas cosas del Betis, de vuestro sentimiento.
Como no siempre todo lo que ha hecho el Betis nos ha salido como hubiéramos querido, no todos los protagonistas de nuestro blog van a ser personas o partidos o historias con relevancia en el club (tiene que haber de todo en este mundo). Y hoy vamos a contar una de esas historias algo “oscuras” de nuestra historia, que por suerte no dio tiempo a que produjera mucho daño ya que fue corregida con prontitud.
El protagonista de nuestra historia, D. Howard Charles Slade, nace el 29 de Enero de 1891 en Bath, una pequeña ciudad de Suroeste de Inglaterra cerca de Bristol, inicio sus andaduras por el mundo del futbol aún siendo juvenil en el equipo de su ciudad, en el Bath AFC (actualmente Bath City F.C) antes de que este iniciará sus andaduras por las competiciones de liga inglesa, en 1908 en la División 2 de la Liga Oeste Inglesa. Luego, y aun siendo juvenil paso a formar parte del Stourbridge F.C que competía en la Birmingham League (competición semi-profesional/amateur de Inglaterra).
Nuestro protagonista no era un jugador ofensivo, sino todo lo contrario, a pesar de ser un jugador de medio campo era considerado lo que hoy en día es un Mediocentro defensivo. D e ahí que su carrera no se caracterizará precisamente por la cantidad de goles que marcó.
Como profesional debuto en la Premier League Inglesa con el Aston Villa en 1913, jugando durante esa temporada 3 partidos y quedando en segunda posición de la división primera. En ese verano es traspasado al Huddersfield Town. Equipo joven por aquel entonces ya que se fundó en 1908 y que por aquel entonces ya militaba en The Football League, la competición más antigua de fútbol conocida ya que se fundó en 1888, concretamente en la segunda división.
Durante las 9 temporadas que jugó en este equipo, H. Charles, participó en 111 encuentros marcando 6 goles. Se convirtió en un histórico del Huddersfield Town, no sólo en el campo sino también contribuyendo en 1919 a evitar un cambio de ciudad del equipo, que por motivos de patrocinio quería ser fusionado con el equipo de Leeds. De hecho en este equipo nuestro protagonista llego a jugar hasta de portero en una ocasión.
En 1920 llega a la final de la FA Cup, la primera copa tras el fin de la primera guerra mundial y que precisamente le enfrentaba a su antiguo equipo: Aston Villa. Ambos equipos se enfrentaron en Stamford Bridge y el equipo de nuestro protagonista la perdió por 1 a 0 en la prórroga. En el camino habían sido eliminados Bristol City (Semifinales), Liverpool (Cuartos de final), Plymouth Argyle (Ronda 3), Newcastle (Ronda 2) y Brendtford (Ronda 1).
Otra alegría que se produce esta temporada es la subida del Huddersfield Town de la segunda a la primera división del The Football League.
En la temporada 1921-1922 (29 de abril de 1922), los esfuerzos obtienen su recompensa y el Huddersfield Town con nuestro protagonista alineado (con el 4 a la espalda) gana la FA Cup por 1 a 0 (gol de penalti dudoso ya que pareció fuera del área, primera final de la FA Cup resulta de esta forma) al Preston North End. Ese año el Huddersfield Town queda decimo cuarto (el campeón fue el Liverpool) de la primera división.
Durante la última temporada de H. Charles en el equipo, este acaba tercero en la liga y eliminado en la tercera ronda de la FA Cup (que gana el Bolton Wanderers la West Ham). A la temporada siguiente, y durante una más, D. Howard Charles Slade jugó en el Middlesbrough F.C., bajando de primera a segunda división en su primer año. En total, en los dos años, disputo 68 partidos y marco 2 goles.
Ese verano es traspasado al Darlington F.C donde juega otras dos temporadas en segunda división bajando en la última con el equipo a tercera (disputo 23 partidos en las dos temporadas). Momento en el cual nuestro protagonista, en el declive de su carrera futbolística decide dejar el futbol como profesional (temporada 1926-1927) y fichar por un equipo amateur de la Southern League, el Folkestone F.C. Donde acabo retirándose definitivamente del futbol en activo como jugador.
Y después de leer todo esto los lectores pensarán: ¿y todo esto que tiene que ver con nuestro Real Betis Balompié? Si ni se le ha nombrado aún. Pues este jugador de futbol inglés fue entrenador de nuestro gran equipo durante la temporada 1935/1936, sustituyendo a otro de nuestros protagonistas de un anterior relato: Patrick Joseph O`Connell. Puede que incluso nuestro anterior protagonista recomendará a D. Howard Charles Slade para el banquillo bético.
D. H. Charles Slade era un desconocido por aquel entonces en el fútbol español y antes de llegar al Real Betis había entrenado al Rotherland, al Orgryte de Suecia y a la Selección Nacional turca. Cuando llegó a Sevilla lo hizo acompañado de un traductor gran seguidor del Betis.
El 1 de Agosto de 1935, el diario ABC publica la incorporación del inglés a las filas del Real Betis Balompié. Momentos convulsos para nuestro Betis debido a que se estaba buscando un presidente:
"El Betis ha sido invitado a participar en el Stadium Cívico de Milan para el amistoso del 15 de septiembre, con motivo de la gran fiesta deportiva denominada Mostra dello sport, en la que participa el Ministerio de la Cultura Física de Italia. Asimismo, el Betis ha recibido también ofertas del Club Olympique de Marsella para que se detenga en la ida y juegue en la mencionada ciudad francesa el 12 de septiembre, y del Red Star parisino, con el fin de que a su regreso de Milan pase a París, donde jugaría el 18 de septiembre. Para aceptar o rechazar en su caso estas últimas ofertas se espera el informe del nuevo entrenador del Club Blanquiverde, el inglés Carles Slade, que se incorporará al Club, según todas las probabilidades, en el día de hoy."
Al final la incorporación se produjo el día 7 de ese mes y no el uno y el partido amistoso lo disputó el Betis el 12 de septiembre en vez del 15 como indicaba la noticia. El viaje hasta Milán lo hicieron en barco, saliendo del puerto de Barcelona hasta Génova. El partido se perdió por 6 a 1, dando además una mala imagen frente a los aficionados italianos.
La pretemporada se inició con movimientos en la plantilla (además de la del entrenador): Urquiaga y Aedo al Barcelona, Lecue al Madrid (se desmonta el equipo, marchándose los mejores jugadores a los equipos más fuertes económicamente) y a Timimi se le aparto del equipo por estar bajo de forma. Se fichó a Morales y a Rejón.
Luego, como era típico de aquella época, a parte de algunos partidos amistosos, se disputaba el Campeonato de Andalucía como ante-sala a la temporada de futbol nacional. Se inició dicho campeonato con un empaté en casa frente al Recreativo de Granada, luego se perdió 2-1 frente al Jerez fuera y en el tercer partido se ganó en casa 4 a 1 al Malacitano (por cierto, gran partido, y posterior torneo, del amateur Paquirri que subiría al primer equipo en esa misma temporada 1935-1936). Ya en el quinto partido se volvió a perder, esta vez fuera frente al Mirandilla de Cádiz por 3 a 1.
La mala marcha del equipo en el torneo andaluz en la pretemporada, los elevados emolumentos que cobraba el entrenador inglés y la mala situación financiera que acompañaba al club (que tuvo que subir los precios a los abonados) supusieron que nuestro protagonista fuese destituido de su cargo antes de iniciar la temporada. Fue sustituido por el entrenador del equipo amateur del Betis, D. Andrés Aranda, un entrenador de club, barato y que venía de la cantera (las historias que vivimos hoy en día no son tan nuevas como pueden parecer a simple vista).
En la temporada 1935-1936, el Betis con Aranda en el banquillo hizo una campeonato de liga bastante aceptable quedando en séptimo lugar con 9 partidos ganados, 2 empatados y 11 partidos (31 goles a favor por 46 en contra).
Poco más se puede saber ya de nuestro protagonista, salvo que murió el 7 de Abril de 1971 con 80 años, en Inglaterra, concretamente en Doncaster.
Hay un refrán, de esos que me gustan a mí, que dice, más o menos: “El pueblo que olvida su historia, la repite”. Por favor, no olvidemos nada de nuestra historia, ni lo bueno ni lo malo, sobre todo lo malo porque seguro que no queremos que se repita.
Abrazos béticos.
Miguel A. Sánchez

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