Habíamos dejado de nuevo a nuestro protagonista con la miel en los labios de no haber subido y habiendo tomado una gran decisión para el Real Betis, el cambio del escudo que lo representa.
Y así se planta D. Benito Villamarín en su tercera temporada como presidente del Real Betis, con el mismo objetivo de los otros dos años: el ascenso. Después de 7 años en tercera y otros dos en segunda, los béticos están deseando de ver a su equipo en la primera división del fútbol nacional. Y así es como arranca la temporada 1957-1958, ¿sería esta la del ascenso? ¿Darían resultado los esfuerzos de esta pretemporada? ¿Vería D. Benito Villamarín a su Betis en primera esta temporada?
Para preparar esta temporada, y ya en el mes de junio de 1957, el secretario técnico bético D. Manuel Simó ficha al entrenador D. Antonio Barrios Seoane, más conoció como “Tito Barrios”, hombre regio y serio con todos, incluso con sus propios futbolistas. Tito Barrios había entrado al CD Málaga a quien ascendió en 1949, al Athletic de Bilbao y al Atlético de Madrid, club del cual se había fichado.
En Julio se ficha a dos jugadores de carácter defensivo, Santos y Rodri, procedentes del Hércules CF. Además de al veterano (34 años) José Seguer procedente del FC Barcelona, club en el que había militado desde 1943 de forma consecutiva y que acabaría su carrera deportiva en nuestro Betis esa misma temporada.
Para completar la plantilla se suben a dos jugadores del juvenil:
· José Valderas Rumi que venía de una cesión al Utrera, también de carácter defensivo (parecía que la zaga preocupa bastante en aquella temporada, casi seguro debido a la cantidad de goles recibidos en la pasada campaña). Este jugador fue muy recordado por los béticos por sus entradas a los jugadores contrarios.
· Isidro Sánchez que procedía del CD Puerto y que solía actuar tanto de lateral izquierdo como de centrocampista.
Como ya era habitual en el Betis de D. Benito Villamarín, cada pretemporada además de la revolución deportiva buscando el ascenso, se realizaba una revolución en directiva para, además de ayudar a subir al equipo a primera, seguir haciendo un equipo grande en sentimiento y en institución. Así en la asamblea celebrada el 24 de Julio de 1957 se compone la siguiente directiva:
· Presidente: D. Benito Villamarín Prieto
· Vicepresidente 1º: D. Guillermo Gómez Zarranz
· Vicepresidente 2º: D. Juan Alfonseca Caro
· Secretario: D. Pascual Aparicio García
· Tesorero: D. Fernando Villegas Méndez
· Contador: D. Antonio Rocha Alarcón
· Vocales: D. Alberto Márquez Suárez, D. Eusebio Herrasti Anguriano, D. Pedro García Orta, D. Antonio Lucio Villegas, D. Antonio Picchi Castro y D. Francisco Blanco Martín.
Además en esa asamblea se nombra a D. Ignacio Sánchez Mejías (del que ya hemos hablado con anterioridad en esta Historia de un Sentimiento) y a D. Manuel Ruiz Rodríguez como Presidentes Honorarios a título póstumo. Y a D. Andrés Martínez de León, D. Guillermo Gómez Zarranz y D. Pedro García Orta como socios de honor del club.
Justo unos días antes del encuentro de presentación ante el Atlético de Madrid (donde se perdió por 2-3), el Real Betis ficha a otros dos jugadores: Esteban Areta y Jorge Vila. De especial mención es Areta, más conocido como Areta II (su hermano José Luis Areta I jugaba en el Sevilla FC) y que jugó en el Betis durante 7 campañas consecutivas.
A pesar de todos los esfuerzos realizados en la pretemporada, la temporada 1957-1958 no se inicia acorde a las expectativas generadas. Se gana el primer partido, en casa, por 3-1 al Plus Ultra (filial del Real Madrid), pero se pierden los tres siguientes partidos (contra el Hércules 0-2, contra el Ceuta por 0-1 y contra el Recreativo de Huelva por 2-1). Estos resultados hacen que tras 4 jornadas disputadas el Real Betis sea colista de segunda (se vuelve a sentir en las carnes béticas el miedo a volver a tercera en vez de conseguir el gran sueño de subir a primera).
Pero el equipo reacciona, sobre todo en casa donde se hace fuerte al ganar en la quinta jornada al Extremadura por 6 a 1 y posteriormente al Tenerife por 4-1 y al Badajoz por 6-3, jornadas 13 y 14 respectivamente (por culpa de la epidemia de gripe asiática que azotaba la península se habían suspendidos muchos partidos de liga). Fuera sigue flaqueando ya que pierde 2-1 contra el Cádiz y 3-0 contra el Elda.
Así se inicia la segunda vuelta de esa temporada, y se empieza con un empate contra el Plus Ultra a 3 goles tras ir ganando 0-3. Luego llega el que será el último traspié en casa, en la Jornada 21, el Betis pierde por 0-2 ante el Recre.
Y tras el empate contra el Atlético Ceuta llega una gran empujón deportivo: cuatro victorias consecutivas ante Córdoba (0-2), Murcia (2-0), Málaga (5-2) y Alicante (0-2). Que le sirve a nuestro Betis para ser primero de la tabla en la antepenúltima jornada (pese a haber perdido contra Tenerife y Badajoz) al ganar por 1-0 al Levante.
Y por fin, el deseado ascenso a Primera División tras 8 años en segunda (5 antes de bajar a tercera) y 7 años en tercera se consigue de matemáticamente, al empatar en San Fernando a dos goles, el 25 de mayo de 1958.
La revolución que produjo en nuestro Betis D. Benito Villamarín había surtido efecto, el Real Betis Balompié estaba en Primera División, había luchado y sufrido tanto institucionalmente como deportivamente (¿de qué me suena este comentario del sufrimiento?). El último partido de liga, en casa, frente al Jeréz sirve para dar otra alegría más a sui afición al ganar por 3-0 y celebrar en el terreno de juego (con invasión de los aficionados) el ascenso.
Al día siguiente del fin de liga los aficionados colapsan la Avda. de la Constitución para acompañar al autobús del equipo mientras se desplaza al ayuntamiento, donde nuestro protagonista promete más refuerzos para la vuelta del Betis a primera además de remodelar el Gol Sur del campo para ampliarlo en 10.000 personas (pasando a tener una capacidad de unos 14.000 personas).
Además D. Benito crea pasillos en las bandas para el acceso al campo de personas minusválidas que quieran ver a su Betis (que grana acto no sólo de solidaridad sino de modernismo y visión de futuro).
No puedo más que deciros que este hombre fue un gran hombre, que esta persona de la que estamos leyendo y aprendiendo tanto hizo grandes cosas por nuestro equipo, por el equipo de sus amores y por todos los béticos en general. En la próxima edición y tras un mes de andanzas prometo que acabaré esta historia tan llena de sentimiento verdiblanco.
Sin más, un abrazo en verdiblanco.
Miguel A. Sánchez
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